A lo largo del siglo magníficos sombreros han sido producidos en las distintas geografías del territorio peruano. Bajo disímiles materiales y formatos en cada uno se plasman identidades y funciones que devienen de formas de vida colectivas.

Conviene decir que los sombreros que actualmente se producen en Perú no son exclusivamente indígenas ni por su origen ni por los individuos que se dedican a su manufactura. A la fecha la sombrerería peruana conserva los elementos de su herencia hispana, no sólo en la técnica, sino además en sus formas y decorados en los que indudablemente aflora también la herencia indígena. La gran mayoría de sombreros que se producen poseen un denominador común: tienen un valor eminentemente utilitario. No obstante en muchos casos la habilidad manual de los productores ha hecho que estos objetos ostenten un sello de originalidad que los caracteriza.


Este sombrero en específico es un ejemplar considerado tradicional de la comunidad de Chinchero (Cusco, Perú) elaborado de manera artesanal con fieltro prensado de fibras de alpaca cuyo distintivo es el alto de su copa, casi 10 cm mayor a la del resto de sombreros de esta tipología; a esto se le suma el detalle de su ala volcada hacia el interior.