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En las últimas décadas las colecciones de arte etnográfico han aperturado los discursos sobre la diversidad cultural alrededor del mundo. Las múltiples facetas comunicativas que este tipo de expresiones artísticas poseen transitan entre las ciencias sociales y los conceptos estudiados a su vez por la historia del arte. Sin embargo, la preocupación por exhibir este tipo de manifestaciones de arte tradicional, también denominado arte popular, además vincula temas en torno a la memoria, el patrimonio, pero sobre todo la identidad.




Las piezas de arte etnográfico andino, si son producidas bajo el respeto de la técnica y materiales tradicionales, son piezas de gran valor cultural, educativo y estético capaces de consolidar esa identidad de la que hablamos, a la vez de hacer del arte un modo de desarrollo sostenible. La noción de autenticidad de estas piezas, prácticamente se basa en su capacidad de representar a su artífice y al grupo social al cual pertenece, apoyándose en el sentido etnológico de continuidad del pasado en el presente, reconociendo de esta manera sus orígenes tanto indígenas, como también hispánicos en una suerte de sincretismo cultural.

Lamentablemente, día a día se pierden valiosos objetos de este patrimonio debido a la incursión de un sinnúmero de proyectos que adulteran, quizás involuntariamente, el arte autóctono de estas regiones alejadas para acercarse, a través de la venta, al mercado de los gustos ajenos o “modernos”, por no decir “occidentales”, generando un sentimiento de alienación en el artista, llevado a pensar que su lenguaje, su universo de formas y contenidos no son valiosos y que no tiene otras alternativas a las de ser contratado por sus habilidades para producir algo ajeno a su cultura.




En ese sentido, impulsar iniciativas cuyas preocupaciones radiquen en preservar las particularidades técnicas, simbólicas y artísticas de estos lenguajes ancestrales, esencialmente devuelve a las obras culturales su capacidad intrínseca de transmitir conocimientos, de evidenciar sus orígenes, su historia, la forma de vida de sus creadores; es decir, su capacidad de representar a individuos y a comunidades, y con ello ayudar a construir y reforzar esa identidad que les permita a estas personas y a sus pueblos a través de su arte decir quienes son.

De hecho, el trabajo de mantener ciertas prácticas culturales tradicionales propias de las comunidades indígenas altoandinas, significa en el contexto de la globalización un enorme esfuerzo. No obstante, creemos fervientemente que la apertura de espacios expositivos que posibiliten el desarrollo del conocimiento de las artes populares y permitan su visibilidad, internacionalización y difusión, ciertamente, impedirán la dispersión, pérdida y adulteración de los antiguos bienes culturales que aún se preservan en los medios rurales. Cabe destacar al mismo tiempo, que propuestas del género brindan a su vez una presencia y voz a aquellos autores que han estado rezagados de los circuitos artísticos y culturales regulares durante siglos.




Es así que el "Museo de Arte Popular Andino" como entidad abierta al público y al servicio de la sociedad y su desarrollo tiene como finalidad no sólo adquirir, conservar, investigar, comunicar y exhibir, con fines de estudio y educación, las piezas pertenecientes a su colección de arte, sino además los objetivos que se enlistan a continuación:


  1. Investigar y estudiar los trasfondos geográficos, históricos y estéticos del arte popular de las comunidades andinas.

  2. Preservar las particularidades técnicas, simbólicas y artísticas del lenguaje plasmado en el arte tradicional de los Andes.

  3. Facilitar la conservación de la vida, costumbres y ritos tradicionales de las comunidades altoandinas.

  4. Sensibilizar al público objetivo sobre la importancia de la preservación de la diversidad cultural de los pueblos andinos a través de proyectos expositivos.

  5. Devolver a la obra cultural andina su capacidad de transmitir conocimientos, de construir y reforzar identidades regionales y nacionales que permitan a los pueblos altoandinos decir quienes son a través de su arte por medio de la preservación, exhibición y difusión de una colección permanente de piezas de arte tradicional etnográfico.

  6. Velar por fomentar el rescate de las distintas manifestaciones de arte tradicional que se gestan al interior del país, a la vez que impulsar su estudio formal y estilístico a través de sus publicaciones.

  7. Ser percibidos como una entidad que ofrece un servicio a la comunidad (difusión de conocimiento), adicionalmente a su rol tradicional como contenedor y recinto de colecciones.

  8. Cubrir las tareas derivadas de la investigación, en igual medida la conservación y museografía, e incluso la difusión de eventos y publicaciones; teniendo en mente la autonomía en la gestión de nuestros propios recursos así como la visión administrativa de un área de gestión sostenible.

  9. Ser una entidad con una mirada pluricultural y que promueve prácticas de inclusión social.

  10. Fomentar los cuatro ejes básicos que nos constituyen: investigación, conservación, difusión y enseñanza/aprendizaje.

  11. Establecer los fundamentos de un arte genuinamente peruano.

 12. Propiciar los esfuerzos para la conservación de las artes populares.




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de los objetivos del Museo de Arte Popular Andino,
asociación sin fines de lucro registrada en Perú 
con el número 20608955756.