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WACHALA DE COCHAYOQ





Historia detrás de la pieza




La wachala es una pieza textil de forma cuadrada por lo general acompañada de ligeras borlas en los extremos cuyo tamaño es capaz de variar de una región a otra; sin embargo, su función, tanto social como ritual, es permanente más allá del lugar al que pertenezca. En cuanto a sus usos, tradicionalmente, ha sido empleada durante cientos de años en las comunidades altoandinas para guardar hojas de coca u otras ofrendas, razón por la cual tiene una presencia primordial en altares destinados a las ceremonias de ofrenda a la tierra en honor a la Pachamama o a los Apus, entidades de suma importancia para la cosmovisión andina.

Las hojas de coca juegan un papel muy importante en el uso de este paño tejido, ya que en un contexto social típico andino, la wachala será extendida sobre una superficie plana y se colocarán sobre ella las hojas de coca para ser compartidas dentro de un grupo. Si se habla del aspecto ritual que desempeña, es necesario decir que la wachala es una herramienta fundamental para el trabajo chamánico, ya que es usada en servicios de adivinación junto a las hojas de coca. Para tales fines, el chamán, o paqo (como se conoce en lengua quechua), extenderá una wachala frente a sí mismo y dejará caer sutilmente las hojas, para luego generar una interpretación de la realidad en base a la posición que ellas han tomado sobre la wachala. Esta práctica es hasta nuestros días de uso popular en los territorios andinos. Ésta wachala en particular, es una pieza de la comunidad de Cochayoq (Cusco, Perú) íntegramente elaborada con lana de alpaca, ejemplar considerado una expresión de arte etnográfico1.



A diferencia de muchos tejidos hechos a mano que actualmente se desarrollan en grandes telares de pedal fabricados en madera provenientes de la época de la colonización, esta pieza tradicional fue hecha en un sencillo y rudimentario telar de cintura; instrumento usado hace ya más de 5000 años por los antiguos pobladores de los Andes.

Para su creación se empleó aproximadamente un mes y medio, sólo en lo que respecta al urdido y el tejido cuidadosamente hecho a mano. Cabe resaltar que este tiempo no incluye los procesos previos por los que pasan sus fibras: desde el trasquilado del animal (que sólo puede llevarse a cabo cada dos años), la limpieza de impurezas y escarmenado de la fibra, la clasificación de color, el ordenado de hebras, la torsión de las mismas para la obtención de hilo, procesos que también son realizados artesanalmente.




El intrincado tejido de esta wachala cuyas gamas neutras impresionan por la variedad de tonalidades que pueden obtenerse directamente de las fibras de alpaca sin intervención alguna de tintes silvestres, dedica sus iconografías no sólo a una fauna fantástica nacida de la imaginación de los pobladores de esta comunidad, muy usadas en los tejidos tradicionales de la zona, sino también a la presencia de estrellas, a la vegetación local y a las montañas rodeadas por ríos.



Origen: Cochayoq, Cusco
Medidas: 50 cm x 49 cm
Estado de conservación: Excelente
SKU: 0291


USD
$ 1620.00



1Se considera Arte Etnográfico a aquella producción elaborada por el integrante de una etnia, realizada exclusivamente para uso personal o comunal, y que necesariamente porta una carga cultural propia del pueblo al que pertenece.





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